Hace ya más de dos siglos, por lo menos, si no recuerdo mal, logré recuperar unos manuscritos que me interesaban enormemente. Se trataba de tres relaciones o testimonios escritos por personas que tuvieron el infortunio de tropezarse conmigo en un momento dado de sus vidas.
Durante un largo tiempo me atribuí a mí mismo, fraudulentamente, por supuesto, la autoría de estos relatos. Disponían de algún ingenio, y la verdad es que en cierto modo, y no por casualidad, tengo razones para considerarme artífice de todo cuanto en ellos se relata y se delata. Sin embargo, sus verdaderos autores fueron otros, seres un tanto singulares, como se verá, y muy desafortunados, pues se empeña-ron en dejarse seducir hasta sus tuétanos por mis palabras e influencias poderosas. Me imaginaban, como todos los seres emocionalmente deficientes, tal como me necesitaban, mas nunca cual yo realmente era. Los idealistas son así, carne de mercado. Su cabeza es un mellón de paja ardiente.
Aquí dejo ya estos testimonios de ciertos momentos reveladores de mi vida. Para mí no tienen hoy la menor importancia, pero algunas de mis víctimas se entretenían con ellos antes de acabar sus horas como los protagonistas de tan impensables desenlaces. Aunque dijera quién soy, nadie me creería. La gente no mira la verdad, porque está enamorada de la apariencia y la mentira, del idealismo y la traición. Tantos siglos de espera han valido la pena. Soy muy afortunado de vivir en democracia.
Yo, Judas Iscariote
La divisa de Judas es un relato de ficción que se refiere legendariamente al tema de la tradición y a la figura extraordinaria de Judas. Escrito varios años antes, se anuncia por vez primera el 17 de abril de 2025, viernes santo, realmente el Día Internacional de la Traición (DIT), fecha en que «celebramos» tan insólito y habitual proceder. La traición siempre es una efemérides que se «celebra» entre antiguos amigos, nunca mejor dicho. En fechas tan señaladas, relatos como este cobran un brillo especial, con un toque entrañable y seductor. Dedicado a todos los traidores habidos, habientes y por haber, disfrútenlo, si pueden...
Este es un relato cuyo protagonista es la degeneración actual de la inteligencia humana, y de cómo su posible involución nos conduce a un mundo hoy acaso inimaginable pero sin duda posible en algún futuro habitable por especies supervivientes.
El término luzbelino fue introducido por Jesús G. Maestro hace muchos años en diferentes páginas de su obra académica y ensayística. Aquí se utiliza aplicado a la literatura, para hacer referencia a la locura y la vesaria en un época en que el racionalismo humano es incapaz de contrarrestar el poder de la barbarie.